jueves, 14 de julio de 2011

Un pensador insumiso


“Ser marxista hoy significa no sólo poner en juego la inteligencia
para fundamentar la necesidad y posibilidad de esa alternativa
(al capitalismo), sino también tensar la voluntad para responder
al imperativo político-moral de contribuir a realizarla.”


El pasado día 8 de julio fallecía en la capital de México Adolfo Sánchez Vázquez, el filósofo, el historiador, el maestro universitario y el poeta. Era un joven de 90 y pico de años que siempre se atrevió a ser un pensador insumiso, un idealista, que no un iluso, capaz de concebir utopías posibles, empeñar su vida y energía y contagiarnos de esperanza sobre el sentido de luchar por la dignidad y la justicia.

Nacido en Algeciras (Cádiz) en 1915, su infancia y juventud transcurrieron en Málaga, donde comenzó a militar, primero en las Juventudes Comunistas y más tarde en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Funda la revista literaria Sur y participa en el advenimiento de la IIª República (1931), a la que defendió con la pluma y también con las armas en la mano: primero, desde la dirección del diario Ahora, órgano de la JSU; más tarde, en el Frente del Este, en Aragón, incorporado a la 11ª División que dirigía el comandante Líster; y finalmente, y hasta la terrible batalla del Ebro, en Cataluña como soldado del legendario Quinto Regimiento. Después, Sánchez Vázquez cruza a Francia, de donde se dirige al México solidario del Lázaro Cárdenas que acogió a una ilustre legión de exiliados españoles.

En el PCE, se enfrentó en 1957 junto con la organización de México a los “métodos autoritarios y antidemocráticos” que, según él, imperaban en el comité central del PCE, lo que le llevó finalmente a dejar toda responsabilidad política, a “ser sólo un militante de filas y consagrarme sobre todo a mi trabajo en el campo teórico”.

Prestigioso catedrático en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la que enseñó durante más de treinta años y de la que fue también profesor emérito, destacó por su contribución teórica a la estética y al pensamiento político. Entre sus más de 25 libros publicados merecen destacarse: Las ideas estéticas de Marx (1965), La filosofía de la praxis, su obra teórica más importante, fruto de la tesis doctoral defendida en la UNAM bajo la dirección de José Gaos (1967), Del socialismo científico al socialismo utópico (1975), A tiempo y destiempo (2003) y Ética y Política (2008). Como poeta, su vocación inicial, hay que señalar dos libros: El pulso ardiendo, escrito en los años 30 y que refleja el dramatismo de la guerra (México, 1942) y Poesía (antología de su obra poética, México/Málaga, 2005).

Fue distinguido con el doctorado Honoris Causa por las universidades mexicanas de Puebla, Nuevo León y Guadalajara, por las universidades españolas de Cádiz, UNED y Complutense de Madrid y por la universidad de La Habana (Cuba). Entre otras distinciones, recibió el Premio María Zambrano de la Junta de Andalucía y el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México (2002).

He llegado a la conclusión de que no obstante el fracaso histórico de los proyectos de emancipación social, el socialismo sigue siendo necesario, deseable, posible… se hacen necesarias las teorías que contribuyan a realizar el proyecto socialista de emancipación. Y, entre ellas, sin ser exclusivo, el marxismo, entendido como proyecto liberador, crítica de lo existente, conocimiento de la realidad social a transformar y vinculación con la práctica”

lunes, 11 de julio de 2011

El poeta de Octubre


El 14 de abril de 1930, a las 10:15 de la mañana Vladimir Vladimirovich Maiakovski se pegó un tiro en Moscú, en el callejón de Lubianski, con el revólver que le había servido doce años antes para su papel en la película No nací para el dinero.

Militante bolchevique, a los 13 años lo detienen por primera vez acusado de formar parte de la imprenta clandestina del Partido Comunista. Luego, será detenido otras dos veces, la última en 1909 por organizar una fuga de mujeres encarceladas, por lo que cumple un año de prisión: tenía 17 años.

Vladimir V. Maiakovski, el poeta tal vez más paradigmático de la Revolución de Octubre, nació en 1893, en la ciudad georgiana de Bagdadi, Rusia, en una familia campesina y pobre. Desde la época de la posguerra se identificó plenamente con el poder leninista. A los 19 años firma el Manifiesto Futurista "Bofetada al gusto público". Fundó el "Frente de la Izquierda del Arte" (LEF). Está considerado como uno de los más grandes poetas soviéticos.



BALADA DE LA CÁRCEL DE READING

-AMOR-

Vuestro siglo XXX

vencerá,

al corazón destrozado por las pequeñeces.

Ahora,

trataremos de terminar,

todo lo que no hemos podido amar en la vida,

en innumerables noches estrelladas-



¡Resucitadme,

aunque más no sea,

porque soy poeta,

y esperaba el futuro,

luchando contra las mezquindades de la vida cotidiana!

¡Resucitadme!

Quiero acabar de vivir lo mío,

mi vida,

para que no exista un amor sirviente,

ni matrimonios, sucios,

concupiscentes.

Maldiciendo la cama,

dejando el sofá,

alzaré por el mundo,

un amor universal.

Para que el día,

que el dolor degrada,

cambie,

y no implorar más,

mendigando,

y a la primera llamada de:

¡Camarada!

se dé vuelta toda la tierra.

Para no vivir,

sacrificándose por una casa, por un agujero.

Para que la familia,

desde hoy,

cambie,

y el padre,

sea por lo menos el Universo,

y la madre,

sea por lo menos la Tierra.


Editó poesías, escribió obras de teatro en las que satirizó la burocracia, guiones cinematográficos, canciones para el Ejército Rojo y para las instituciones del Estado obrero. Participó en las batallas teóricas de los formalistas, compuso el "Manifiesto Futurista Ruso", diseñó afiches y otros objetos.

Contínuamente perseguido por la burocracia revolucionaria, el 9 de marzo de 1930 el diario Pravda realiza una dura crítica titulada "Sobre los caprichos del izquierdismo" en contra de su obra teatral Los Baños. Antes de suicidarse escribió: Como quien dice / la historia ha terminado. / El barco del amor / se ha estrellado / contra la vida cotidiana”.