Qué
hilo tan fino, qué delgado junco
-de
acero fiel-, nos une y nos separa,
con
España presente en el recuerdo,
con
México presente en la esperanza.
Como
otro tiempo por la mar salada
te
va un río español de sangre roja
de
generosa sangre desbordada...
Pero
eres tú, esta vez, quien nos conquista
y
para siempre, ¡oh, vieja y nueva España!
(Escrito a bordo del Sinaia por Pedro Garfias, Salamanca, 1901-Monterrey, 1967)
El Mexique, que ya, en julio de 1937, había trasladado a México un
grupo de 454 niños y niñas, hijos de republicanos españoles, conocidos como los
"niños de Morelia", con el fin de preservarlos de la guerra, era un buque de bandera francesa que, con motivo del desarrollo y final de la guerra
civil española, transportó a México a 2.067
refugiados españoles, procedentes de los campos de concentración franceses. El buque partió de Pauillac (Francia) el 13 de
julio y completó su viaje hasta Veracruz el 27 de julio de 1939. Junto con la
del Sinaia y la del Ipanema, ésta fue una de las tres
grandes expediciones marítimas del exilio español que se llevó a cabo en el
verano de 1939, y que fueron organizadas por el SERE (Servicio de Evacuación de
Refugiados Españoles), creado por el presidente de la República, Juan Negrín,
en febrero de 1939. En total, entre estas tres expediciones, llegaron al país
azteca cerca de cinco mil exiliados/as. El presidente de México, Lázaro
Cárdenas abrió las puertas de su país para que estos expatriados pudieran
iniciar una nueva vida al otro lado del Atlántico. Unos veinticinco mil españoles
y españolas se trasladaron hasta allí, donde rehicieron sus vidas,
contribuyendo al progreso y desarrollo del gran país que les acogía.
Entre aquellos pasajeros del
Mexique figuraba Luis
García-Galiano Rodríguez, natural de Sonseca, casado, de 45 años, procedente del campo de concentración de
Saint Cyprien. Tal como relata Enrique Sánchez Lubián, Luis Gª-Galiano fue elegido concejal del Ayuntamiento de Toledo dentro de las listas de la
conjunción republicano-socialista(*).
Dos días después se proclamó la IIª República en toda España.
Pudo convertirse en alcalde de
Toledo el 26 de octubre de 1931, sustituyendo a José Ballester quien había
renunciado a su cargo tras ser elegido diputado en las Cortes Constituyentes,
pero no lo consiguió, perdiendo la votación municipal frente a Justo García. Como
concejal, participó activamente en la formalización de relaciones en 1934 entre
la capital castellana y su ciudad homónima de Ohio.
Aquí le podemos ver en el acto de
hermananmiento de ambas ciudades
Galiano era un conocido empresario que, junto a su hermano Emilio, mantenía la representación comercial de la marca de automóviles Ford y una
línea de transporte de viajeros entre Toledo y Madrid. Durante la guerra fue
delegado del Director General de Carabineros.
Una vez en México, intentó
encontrar trabajo en los talleres mexicanos de la casa Ford, pero no lo
consiguió. Para los responsables de la poderosa empresa automovilística norteamericana,
estaba «marcado» por sus ideas republicanas. Al llegar la Navidad de 1939 tuvo
la feliz idea de elaborar unos dulces de mazapán, al observar que en las
tiendas de ultramarinos, que allí llaman abarrotes, no dispensaban esos postres
tan toledanos que él había aprendido a preparar en su infancia sonsecana.
El niño Luis García-Galiano, primero
izquierda, fotografiado en 1910 junto a sus padres, Vicente y Rosa, y su
hermano Emilio
Sobrino de Emilio Rodríguez, el
fundador de la fábrica de “Las Panchas”, Galiano abrió en México un obrador de
mazapán, al que puso por nombre «Mazapanes Toledo», que actualmente mantiene
varias sucursales en el Distrito Federal. Para poner en marcha el negocio contó
con la colaboración y participación del abogado Moisés Gamero de la Fuente,
natural de Noez, quien había sido dirigente de la Casa del Pueblo de Talavera.
EMILIANO G. PECES
(*) Luis Gª-Galiano era militante de Izquierda Republicana y
vicepresidente de la misma en la ciudad de Toledo, tal como figura en los
archivos de la Fundación Manuel Azaña, donde a raíz de esta pequeña
investigación, he podido corroborar la presencia, en un listado incompleto de
más de 22.000 militantes de IR, de otros tres sonsecanos. Uno de ellos es Dionisio Gil Perezagua, del que no he
podido conseguir ningún otro dato, mientras que los otros dos parece ser que
fueron represaliados. Así, Diego
González Cabezas aparece, procedente de la Prisión Provincial de Madrid, en
una orden publicada en el BOE del 18 de
marzo de 1942, por la que se concede la libertad condicional, con la liberación
definitiva del destierro, a 114 penados.
Bastante posterior es la concesión de libertad condicional para Patricio García-Ochoa García, que permanecía recluido en el Instituto Geriátrico Penitenciario de Málaga y que figura en otra Orden del Ministerio franquista de Justicia (BOE 27 de noviembre
de 1957).
1 comentario:
gracias por recordar a mi abuelo, quien vivirá mientras siga siendo recordado,
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